Polvorones tradicionales de almendra y canela

El origen de los polvorones se sitúa en Andalucía, concretamente en la Estepa. De ahí se extendieron por toda Andalucía y después por toda España.

Hay muchas personas que confunden el polvorón con el mantecado, pero en realidad no son lo mismo, el polvorón suele llevar almendra en varias texturas y el mantecado  no. Los polvorones vienen habitualmente envueltos en papel de seda y se suelen aplastar con la mano previamente para que no se desarmen al comerlos...

Pues éste es el desafío en la cocina de este mes, de la mano de Carolina, del blog Tomillo, Laurel y otras cosas que comer. Un desafío muy navideño, pues nos ha pedido mantecados o polvorones, nada mejor para las fechas en que estamos. Así que os dejo con estos polvorones tradicionales de almendra, que están buenísimos.

Si queréis ver el resto de recetas os las dejo aquí.

Ingredientes:
     -   500g de harina común
     -   125g de almendra molida
     -   40g de almendras troceadas
     -   250g de manteca de cerdo
     -   100g de azúcar glas
     -   1 cucharadita de canela molida
Para decorar:
     -   almendra en granillo
     -   azúcar glas

Dejamos la manteca de cerdo a temperatura ambiente durante unas horas.

Tostamos la harina en una sartén antiadherente junto con la almendra molida y la troceada, hasta que dore un poquito y dejamos que se enfríe totalmente.

Una vez fría, la mezclamos con la manteca de cerdo, el azúcar glas y la cucharadita de canela. Amasamos con las manos hasta que esté lisa y bien integrada. Si vemos que queda arenosa, le añadimos un poquito más de manteca.

La metemos en el frigorífico una hora. La sacamos la estiramos a un grosor de 1,5 cm y cortamos los polvorones con un cortapastas ovalado, o redondo. La cortamos con cuidado para que la masa no se desmorone o agriete y los ponemos en la bandeja de horno cubierta con papel de hornear. Podemos ponerle almendra en granillo tostada por encima. Los dejamos en el frigorífico reposar unos 30 minutos.

Los horneamos, con el horno precalentado a 180ºC unos 12-14 minutos, es importante que no se doren demasiado. Los sacamos y aún calientes, los espolvoreamos con azúcar glas. Los dejamos enfriar del todo y ya los podemos disfrutar.

¡Quedan riquísimos!
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